¿Dónde empieza la desigualdad?
La desigualdad empieza en casa, en el colegio y en general en la sociedad en la que vivimos. En el patriarcado.
Pero ¿qué es el patriarcado? Es el gobierno de los padres, en el que las mujeres quedan relegadas al ámbito privado, en el que se las desprestigia y donde los cuidados son gratuitos para que los hombres puedan tener todo el sostén en el trabajo. Se hizo más evidente desde la era industrial.
Debido a este, las mujeres vivimos muchas discriminaciones, no solo por ser mujer sino también por vivir en el rural, ser mayor, ser de color, tener alguna discapacidad, etc.
También vivimos muchos tipos de violencia, bien sea en la pareja o fuera, recibimos agresiones y/o abusos sexuales, acoso sexual, acoso por razón de sexo, ciberviolencia, violencia en los medios de comunicación, violencia machista, violencia intra-familiar… bueno que en el fondo la violencia es estructural y la vivimos en todos los espacios de nuestra vida (en el sistema político, cultural o económico) y además existe un miedo sistémico pues lo que le pasa a una sola de entre nosotras puede pasarnos a todas.
La violencia está tan normalizada que no se pone el foco en el problema real y se vuelve casi invisible. Existe una gran tolerancia para con la violencia contra las mujeres y además solemos imitar lo que hemos visto en nuestro hogar, seamos del sexo que seamos.
Durante la pandemia, las mujeres han sido las que mayores riesgos de infección han tenido, pues son las protagonistas de los cuidados, bien sea en la familia como en los servicios asistenciales o sanitarios. Y desde luego no se toman realmente en cuenta sus necesidades desde los gobiernos locales y nacionales, lo que ha tenido consecuencias en su salud (ver y citar artículo). Las mujeres han tenido un papel central en el sostenimiento de la vida y han tenido trabajo “extra” durante la pandemia… que por cierto aún no ha terminado. Sus tareas se han incrementado en lo que se refiere a la higiene, el lavado de ropa e utensilios por ejemplo y han tenido menor disponibilidad de tiempo para cuidarse, lo que ha tenido como consecuencias una peor salud, un mayor cansancio, ansiedad, dolor, estrés, depresión, frustración, malestar, morbilidad crónica, consumo de fármacos, dieta poco saludable, ejercicio físico escaso y descanso insuficiente.
Muchas cuidadoras han puesto en riesgo su propia salud y han tenido mayor carga mental. Como dice la OMS, las mujeres proporcionan salud global y los hombres la lideran…
También se sabe que durante la pandemia la violencia intra-familiar ha aumentado.
Me parece importante distinguir los diferentes tipos de violencia:
Violencia física: creo que no hace falta describirla, me parece evidente que un golpe y lo que sigue es violencia física.
Violencia psicológica: empieza por la desvalorización, los insultos y sigue con un deterioro en diversos aspectos de la vida. Es difícil de mostrar ya que suele haber un efecto de luz de gas, es decir que el violento merma poco a poco a la persona y esta empieza a creer que lo que ha visto no es verdad. Y luego el maltratador termina por aislar a su victima. Son muy difíciles de demostrar y lo malo es que la mujer cae en una revictimización.
Violencia económica: que no es más que un control de los recursos y materiales. Atención también puede existir en lo laboral y la persona que ejerce esa violencia puede también ser una mujer (sí, es triste, las mujeres también tenemos la mente patriarcal metida en nuestro ADN, no solo es cosa del genero masculino).
Violencia reproductiva: esto atañe sobre todo a personas con discapacidad.
Violencia sexual: que va desde la intimidación, coacción, chantaje hasta las amenazas y cualquier mecanismo que anule la voluntad.
Y para acabar que no es poca… la violencia simbólica, que se encuentra en los símbolos y signos, un ejemplo de ellos es que se pregunte a una actriz o incluso a una mujer de éxito (política, empresaria, escritora,…) por sus secretos de belleza en vez de hablar de su trabajo.
Desgraciadamente muchas de las mujeres que sufren de estos tipos de violencia tienen más de 65 años o son madres y les es difícil, muy difícil de denunciar.
Entonces es necesario saber que en caso de urgencia y también para asesoramiento se puede llamar al 016, existe un WhatsApp que es el 600000016.
Recuerda autocuidado es lo contrario de autoviolencia. Autocuidado es autodefensa física, mental y emocional, autoviolencia es descuido, inconsciencia.
Un acompañamiento terapéutico, emocional, puede ayudarte a poder poner limite a las violencias que puedas sufrir y sanar las heridas psicológicas que duelen. No eres una victima sino una superviviente y ahora se trata de poder vivir y no sobrevivir, de sentirte tú valida y merecedora de amor.
Recuerda que autocuidado es autoamor, no es egoísmo cuidarse, lo contrario es autoviolencia, descuido, inconsciencia.
Espero que este articulo te haya servido, si es así compartir es vivir!